martes, 5 de abril de 2016

Tan Rocha que da nauseas








(...) Momentáneamente por encima de esa iname cópula cabernaria, la guitarra del espacio deja caer en Persio su llamado exasperante. Inseguro de su oído , cerrados los ojos, sabe Persio que sólo el vocabulario balbuceado, el lujo incierto de las grandes palabras cargadas como las águilas con la presa real , replicarán por fin en su más adentro, en su más pecho y su más entendimiento, la resonancia insoportable de las cuerdas. (...)
(...) ¿Cómo entrever la tercera mano sin ser ya uno con la poesía, esa traición de palabras al acecho, esa proxeneta de la hermosura, de la euforia, de los finales felices, de tanta prostitución encuadernada en tela y explicada en los institutos de estilística? No, no quiero poesía inteligible a bordo, ni tampoco voodoo o ritos iniciáticos. Otra cosa más inmediata, menos copulable por las palabras, algo libre de tradición para que por fin lo que toda tradición enmascara surja como un alfanje de plutonio a través de un biombo lleno de historias pintadas. (...) Algo se me acerca cada vez más, pero yo retrocedo, no sé reconciliarme con mi sombra; quizá (...)
¿Pero y después, después?

...*Usted me desconcierta porque tiene una serenidad y un equilibrio que no van de acuerdo con lo que me ha dicho....* Soledad, dulce ausencia de miradas.

J.C



Si escribo lo que siento 
es porque así disminuyo
la fiebre de sentir.

F. Pessoa 




“No es posible despertar a la consciencia sin dolor. La gente es capaz de hacer cualquier cosa, por absurda que sea, para evitar enfrentarse a su propia alma. Nadie se ilumina imaginando figuras de luz, sino por hacer consciente la oscuridad.”
-Carl Gustav Jung.

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